viernes, 21 de octubre de 2016

Lisboa




Lisboa es de esas ciudades que tienen un encanto muy especial, si os hace buen tiempo la luz es impresionante, es una ciudad para recorrer tranquilamente, parar en sus plazas y cafés y disfrutarla.
Tiene la ventaja de ser una ciudad pequeña que con dos o tres días puedes  disfrutarla, es una ciudad muy visitada así que si vais entre semana mucho mejor. 

Todo el mundo puede encontrar guías en papel o internet que te recomienden los lugares a visitar o qué hacer, yo os voy a contar lo  que a mi me parece más interesante, lo cual no quiere decir que no visiteis los demás, una cosa no excluye la otra.

Llegada.
Cuando llegas al Aeropuerto, lo más práctico es sacar la tarjeta Viva Viagem, pagas por la tarjeta física y la puedes recargar, cuando quieras, se compran en las máquinas que hay a la entrada del metro. Y las instrucciones estan en todos los idiomas. 
Es muy práctica, por 6 € tienes un bono transporte con el que puedes utilizar el metro, el autobús y sobre todo el tranvía, este es el transporte público más caro de Lisboa, pero está incluido en la tarjeta.

  


Nosotros como estabamos en el hotel Lisboa en la Avenida de la Libertade, llegamos en metro muy fácilmente. Este hotel es muy clásico y representativo de Lisboa, reune el encanto de lo clásico, decadente y especial del aire romántico de esta ciudad.

No os voy a recomendar nada especial, los lugares a visitar vienen en todas las guías o páginas que mireis. Lo que si os recomiendo lo que a mí más me gustó y disfruté:

Nada más llegar os aconsejo hacer una visita guiada por la ciudad de la mano de Sandemans, es muy buena opción para hacer una primera toma de contacto con la ciudad, es muy interesante y pueden recomendar todo tipo de actividades y lugares. Muy bueno para situarte en la ciudad.
 
Recorrer la ciudad tranquilamente, disfrutando de ella.

Coger el tranvía siempre que podais, son muy bonitos y útiles, y merece la pena recorrer la ciudad en ellos.


Visitar el bario de Alfama, recomiendo subirlo en el tranvía y bajar andando, descubrireis lugares con mucho encanto, como el Mirador de Santa Lucía.



Y algunas tiendas muy bonitas con piezas únicas de artesanos portugueses. Por favor olvidaros de las tiendas de turistas que hay en todos lados, y que tienen productos horrorosos made in china de muy baja calidad. 

Al lado del Castillo de San Jorge hay varias tiendas muy recomendables, originales y únicas. 


Este gato curioso estaba en la puerta de una tienda, queriendo venirse conmigo


Visitar Belem, en tranvía también un buen trayecto, subir a la Torre de Belem que tiene unas vistas impresionantes.

Para comer el mejor sitio en el que estuvimos es UMA Rua dos Sapateiros, 177, es un bar de toda la vida, sin lujos y apretadito, donde hacen un arroz con marisco impresionante, por un precio muy económico. Está increíble, y además haces amigos. Nosotros nos encontramos con una pareja de chicas españolas de ERASMUS, al estar las mesas tan juntas acabamos compartiendo. Fue estupendo.

Intentar evitar los restaurantes de las calles más céntricas, de los que te van persiguiendo por la calle para que entres, es comida de rancho.
 

En la zona más comercial al lado de la Plaza de Camoes hay una zona peatonal donde esta la cafetería más antigua de Lisboa, Café A Brasileira, donde en su terraza puedes tomar un café con Fernando Pessoa, y visitar un par de librerias, una en cada lado de la acera donde tienen libros y articulos antiguos y curiosos.




 

Y sobre todo pasear sin prisa disfrutando la ciudad.
 

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